ABOGAFILIA
Los tiempos avanzan que es una
barbaridad, o al menos eso decía la canción, aunque para cantares los de
algunos letrados en Madrid, que para
defender a sus clientes no reparan en amenazas, injurias y calumnias, no advierten de las consecuencias en ofender y descalificar
a la parte contraria con la que entablan litigio.
La minuta que presentan los
elegantes despachos de abogados supera la cantidad que se entiende por razonable a la
hora de defender a un cliente, claro que, si tenemos en cuenta que hay clientes
indefendibles, nos queda la conclusión que el dinero lo arregla todo.
No enmiendan la plana, se atreven a amenazar a los abogados que presentan pleito.
Supuestamente, amenazan a los
testigos que, pueden mediar en el conflicto.
Con despachos de esta guisa,
no me extrañaría que dentro de poco un país, como el nuestro, occidental con costumbres
enraizadas en la tradición y rectitud,
comenzase a comportarse como las repúblicas absolutistas de otros mares: pequeños
sobornos, intimidaciones, excesos, abusos, fraudes, etc…
Juzguen ustedes a través de los medios de comunicación: ¿Cuánto
tiempo están en la cárcel aquellos que se les ha probado delito, con fuerza o
sin ella, con engaño, perjurio, falsedad y todas las agravantes del código civil,
penal y religioso que recogen nuestras leyes?.
Una vez hecho esto: juzguen nuevamente (para este ejercicio
no hace falta que se muevan del sillón: ¿Cuánto tiempo pasan en la cárcel el
chorizo de barrio bajo, que roba en la tintorería en época de limpiezas generales?
Para calcular la
cantidad de años(del delincuente habitual) deben tener en cuenta que: normalmente llevan abogados de
oficio, es decir, les va a caer la perpetua, si le han dado dos galletas para
que confesara antes de que llegara el juez...,:! no lo dirán nunca¡.
Si proviene de barrio bajo y familia desestructurada eso
contará en contra de él, será un agravante.
Si(supuestamente) el Juez que le toque en suerte ha discutido con la suegra,…más
vale que rece lo que sepa, porque humanamente no tiene defensa.
Y así la vida sigue igual, por lo menos, esta que escribe y subscribe, así lo entiende y comprende como un ciudadano corriente.
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