(DÍA DE LA MADRE)/TIEMPO DE FELICIDAD
Nació mi hijo y sentí una felicidad que nunca había experimentado hasta ese día. Cierto es que cuando somos pequeños y bajo la protección y el afecto de nuestros padres, somos felices, pero no lo sabemos. Con el pasar de los años la vida se complica, aceptamos que debe ser así, que una veces lloramos y otras reímos, pero cuando dejamos mal cerrada la puerta de la intimidad, los obstaculizadores de la fortuna, hacen su aparición, comienza el conflicto, las murmuraciones, y los levantamientos de falso testimonio, que socavan la dicha adquirida y cuidada como nuestra propia vida. Decidí y comprobé que sería siempre positiva, allá donde mi hijo estuviera y él estuviera contento. La infancia de mi hijo fue muy grata para mí, no solo el niño era sano, sino que además...