NEGOCIA QUE ALGO QUEDA

Ya hemos votado y nadie me iguala la ruina que tengo. Así que, yo sigo escribiendo porque ya sabemos que el papel lo resiste todo.

Tras las votaciones hemos iniciado la era de las negociaciones, siempre con la mirada incisiva de los socios ricos de la Unión Europea, que claro, no van a dejar que los españoles nos queramos administrar solos y perder ellos la hegemonía del mangoneo.

Negociaciones duras para Grecia
Varoufakis, seduce pero no domina a los socios
más fuertes

Las negociaciones como las que lleva el cantante Ricky Martin son eternas, ya que cuando trata con María da un pasito palante y otro patras. Esperemos que los negociadores españoles entren antes en razones y se dejen de pachangas.

Ya hemos cumplido años de democracia y hemos demostrado que sabemos vivir sin matarnos como salvajes los unos a los otros. Por lo tanto no entiendo nada la desconfianza de los sabios de la economía mundial que hacen manifestaciones públicas en las que dicen:” que el comunismo se puede volver a instalar en los países civilizados,” y esta sandez lo dice nada más ni nada menos que el Sr. J. Miguel Mir (OHL).
 Quizá la mirada objetiva de este octogenario señor se nuble con la edad  y no deje ver que, los jóvenes de ahora no mueren por las calles de hambre ni se arrastran detrás de aquellos que detentan el poder. Nuestros chicos, con coleta o con traje de Armani saben lo que es la dignidad, han oído y asimilado  el dolor de sus antepasados que han padecido y, muchos de ellos, han muerto por defender la libertad. Querían que sus nietos pudiesen pasear por las calles con la frente alta, sin miedo del bravucón, que lo único que tiene más que ellos es dinero.

 Nuestros “ninis”, están hartos de aguantar apelativos que les insinúan  que son ellos los causantes de la CRISIS. No señor, no, los causantes son los que derrochan los recursos de la naturaleza y de la sociedad como si no hubiese mañana, los que consideran que son dueños de los bienes naturales y sociales, que pertenecen a todos.

Descansen tranquilos los SEÑORES  que piensan que los fantasmas del comunismo merodean por sus posesiones y fortunas, porque nuestros jóvenes prefieren morir a matar, y verse rodeados de personas, antes que del  vil metal.