APROVECHARSE DE LA CRISIS

Hay quien se aprovecha y bien de la crisis, el paro de larga duración que soporto, hace que publique anuncios por cualquier sitio y para cualquier puesto.

Esta circunstancia lleva a que los aprovechados me llamen al teléfono con las más peregrinas intenciones.

Sin ir más lejos, ayer por la mañana, una señora que vive en una de las urbanizaciones de más lujo de Madrid, quería que fuera a limpiar y cobrara 8 euros a la hora, "que eso era lo que ella pagaba".

Le advertí que tenía el precio de la hora un poco bajo y quizá por eso no encontraba nadie para ir a limpiar, muy ofendida me ha dicho que: claro que  encontraba gente para limpiar a ese precio, que el trabajo  de la limpieza estaba muy sobrevalorado y que si yo le decía que por ese precio no trabajaba, no me llamarían más.

 Se me ocurrió decirle unas cuantas cosas pero, como ya estoy escarmentada no he replicado, solo le he dado la razón. Hay gente que le gusta discutir constantemente y:¿ qué mejor ocasión que las paradas de larga duración para oír simplezas…?

 La señora en cuestión llamaba desde un teléfono con muchos número, (supuestamente  una central telemática) y quería que trabajase el sábado, es decir, utiliza el teléfono de la empresa, u organismo donde trabaja para asuntos propios, además gasta la tarifa plana del curro, seguro que hace todas las fotocopias en la oficina, no compra bolígrafos ni lápices y se debe llevar el papel higiénico que el supermercado lo sobrevalora mucho.

Todo redondo, no gasta para llamar, etc, etc y además intenta bajar el precio de la hora de las limpiadoras y todo porque ella tiene algo en la boca que le impide hablar bien, o en la cabeza que le entorpece discernir lo honrado de la chorizada.

La población sabe que la crisis en España se arreglará cuando bajen el salario   de las limpiadoras, que son unas abusonas:¡¡Venga a ganar, venga a ganar¡¡.No sé donde vamos a llegar así, como esto no lo pare alguien… cualquier día las chachas  se van a sentar en las mismas sillas que las funcionarias, o algo peor, en las mismas sillas que las SEÑORAS.