CUENTOS NAHIA

CUENTOS PARA NAHIA
Mi nieta Nahia llora todos los días cuando sabe que su padre sale para trabajar.
Nahia y aitá
Es una bebe hermosa con una cara angelical, pero tiene pillada la hora del adiós, aún no sabe que luego volverá y será igual que el cazador que sale a buscar comida y regresa con la bolsa llena.
Solo oigo risas cuando el papa está. Las perras se vuelven locas al ver tanta alegría y cuando siento que esto ocurre me quedo recompensada del avatar de la vida.
Aún no podemos contarle que papi se va en el coche, que él llama la perroneta, y cumple con una jornada completa de trabajo frente al ordenador y otras máquinas que, seguramente  mi nieta podrá manejar con soltura cuando crezca un poco más.
Mi personita no sabe por qué aitá aparece y desaparece, lo que si sabe es que al llegar la noche lo que ella espera llega: alegría, mimos, ternura, y después comida y descanso.
Papi compró una casa para que cuando llegara el invierno e hiciese mucho frío los niños y los perros pudieran estar protegidos. Por ello las perritas tienen su colchoneta particular y sus juguetes propios, así no habrá conflicto entre los peques y las mascotas.
Mami se ocupa también del bienestar de la familia, administra los fondos que llegan al grupo y  así todo se queda en orden.
Ama que es del norte y sabe bien de animales, cuida unos perritos en otras casas cercanas a las de Nahia. Seguramente que irá al cole cuando alcance la edad adecuada, mientras mami se ocupa de su cuidado y educación.
La Amama(abuela)  de Nahia hace panecillos calientes por la mañana en un horno que tienen en el patio, pero la peque  aún no puede comerlos, no tiene todos los dientes. Tiene incipientes ferocidades como diría un poeta, solo engulle leche y papillas. Está rodeada por un inmenso envoltorio de celulosa y plástico que llamamos  pañal, que recoge lo que aún no puede ella depositar en sitio cierto. (orinal) (sanitario).
El vestuario es multicolor y variopinto, colores alegres para la vida que se estrena, toda la familia ha colaborado en llenar el armario de la niña. Ropa de sus primos, de su padre, lencería del  hogar heredada.
Seguro que cuando pueda expresarse por sí misma manifestará sus gustos y preferencias, mientras parece una muñeca de exposición, con su carita blanca y el pelito claro.
Los peluches acompañan el sueño de  mi nieta, osos, perros, conejos, minies, y objetos de vivos colores. Una amiga de mami pintó un mural precioso en el cuarto de Nahía, aún no puede saber que representa pero pronto lo podrá distinguir y relacionar con el campo y la naturaleza.

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