CONEJOS BLANCOS
España estaba en fiestas, en un pueblo del norte (Tierradetodos) se
celebraban unas ferias regionales. Las familias del lugar habían preparado
todo lo necesario para pasar unas jornadas de descanso y divertimento.
Dibujo para colorear(google) |
Con motivo de las celebraciones habían llegado al pueblo
mucha gente de la Capital.
Los forasteros traían buenos coches y ropas
deportivas para andar por el campo con facilidad.
Los más pequeños,que habían acampado en la pradera cerca del río Bajoquebajo,se encontraban
felices con tanta naturaleza a su alrededor.
El Ayuntamiento había preparado las mesas que para hacer picnic y hasta un castillo hinchable que se había alquilado.
Los mayores pronto se instalaron y se
encargaban de colocar las cestas y los elementos campestres. Mientras los peques comenzaron a examinar el lugar y conocer
nuevos amigos con los que poder jugar. Los niños de más diez años, se habían organizado en un equipo para
jugar a la pelota, el resto jugaban a diferentes juegos: el tula, el escondite inglés, la
gincana.
Tantas actividades habían rendido a los pitusos que, se
habían sentado a tomar la merienda bajo un árbol encima de una estera, fuera de
las mesas y algo apartados de sus familiares.
Iba pasando la tarde
de forma muy apacible y dos de los niños
comenzaron a conversar, uno le contó al
otro que, en su cole le habían dicho que: en el campo había conejos blancos que
eran mágicos, pero solo se podían ver si no había gente a su alrededor. Los
niños, aún con el bocadillo en la mano, se levantaron y se alejaron del sitio
donde estaban todos los grupos, poco a poco iban hablando y querían comprobar
si era verdad lo que les contaron sus compañeros del colegio.
Recortables(Pinterest) |
La euforia de haber visto los gazapos, hizo que se
confundieran en el campo y se despistaron.
Dejaron de ver los conejos y no
sabían volver. Apareció un niño que hablaba un idioma que ellos no entendían,
era un muchacho algo mayor que ellos, vivía en una casa cercana al lugar donde
se encontraban los extraviados.
No podían entenderse, ellos querían volver con
sus padres y el lugareño quería indicarles el camino para su casa, así que, uno
le dijo: verás mi padre me dijo que si
alguna vez nos perdíamos deberíamos quedarnos quietos en el sitio en el que nos
damos cuenta que no sabemos volver, no
aproximarnos a lugares peligrosos, permanecer en sitios donde no haya muchos
árboles, para poder ser vistos por los
que nos buscarán, enseguida que se den cuenta de que no estamos con ellos.
El aldeano con gestos intentó decirles que se calmaran y se
sentaran en lugar seguro, él iría a buscar ayuda. Los perdidos parece ser que
le entendieron y se sentaron juntitos y asustados, mientras la noche caía y
esperaban que alguien los sacara de allí.
Recortables(Pinterest) |
!Hay que
esperar unidos¡
Cayó la noche y todo era rumor de hojas y luces de ojillos
animales.
El labriego llegó a su casa y comunicó la noticia, desde su
teléfono, avisaron a los guardias, que ya
estaban buscando a los desaparecidos. Salieron
al encuentro guiados por su hijo y les divisaron al mismo tiempo que
llegaban los padres con todo el grupo de campistas y las autoridades.
El susto fue enorme, pero la alegría de volver a ver a su
familia les compensó de todo lo que habían pasado.
El niño que les había
salvado no hablaba el mismo idioma, pero sus padres sí, lo que permitió un
rápido auxilio. Todos se alegraron mucho, y se felicitaron de que los chiquillos se acordaran, aunque fuera tarde, de los
consejos de sus padres, y que la solidaridad hubiese sido tan efectiva.
El
lenguaje de los niños en dificultades es fácilmente entendible. Los niños
entendieron que no deben alejarse de sus padres o de los cuidadores, porque es peligroso abandonar la
zona donde hay cuidado y seguridad.
Comentarios
Publicar un comentario